Hormigón impreso, como su nombre indica tiene como componente principal el hormigón.
Primero es necesario acondicionar la zona que se trata de echar la solera de hormigón.
Hablamos de alisar y compactar la superficie para tener una suelo firme.
Después se coloca una malla de acero y posteriormente verter el hormigón fresco.
Para dar más dureza al hormigón, es necesario utilizar una cantidad de 250 g / m3 de fibra de polipropileno .
Se extiende el hormigón utilizando diferentes herramientas como palas y rastrillos.
El alisado de la superficie se hacen con alisadoras y llanas de acero.
Una vez alisado el hormigón se procede a incorporar el color deseado.
Normalmente en el hormigón fresco incorporamos unos 5 kg / m2 de color endurecedor.
Siguiente paso es aplicación de una capa de desencofrante que nos ayuda para estampar el hormigón.
Con el hormigón en estado plástico se comenzará a moldear según los moldes elegidos.
Pasadas unas 24 horas se lava el desencofrante con una máquina de agua a presión.
Y por último se aplica dos tipos de selladores conocidos como resina a base de agua y de disolvente.